Pastelería Modelo

                                                             
Pedro J. Vidal tiene instalada en el 71 de calle De la Nación corriendo el año 1913, su “Pastelería Modelo”, con gran surtido de masas finas, bombones, caramelos. Tiene como especialidad los bollitos Modelo, y otras variedades en masas secas para mate. Todos los domingos, elabora, entonces, empanadas de carne y pasteles de ostras.

En 1916 abre lo que puede ser una sucursal, en el n° 532 de la misma arteria, según el aviso que logramos en el diario El Prog
reso del 11/01/1916.
En el mismo año se instala en el n°180, lugar que ocupara anteriormente el Hotel España, de Adolfo Casazza (año después el cine Palace), con los ramos de café, billar y pastelería.

Al iniciarse el año de 1920 lo encontramos ya instalado en la esquina sud con calle Italia, ostentando el nombre “Pastelería Vidal”.
En esta misma esquina, inaugura el 12 de octubre de 1928, su moderno local para confitería y bar. Anuncia que posee una cámara Frigidaire que mantiene una temperatura de 4° y que prepara merengues de chantilly y sándwiches todos los días. Ofrecía dulce de membrillo y de leche producido en la casa.

La revista San Nicolás le dedica el siguiente párrafo en su número del mes de Octubre: El amplio y lujoso salón de la confitería Vidal, inaugurado el 12 de octubre, viene a llenar una sentida necesidad en nuestros circulos sociales, hacía falta en San Nicolás una confitería como la que nos ocupa, llamada a ser el punto de reunión de nuestras distinguidas familias.

La importancia de esa casa motivó que la misa revista dedicara el mes siguiente la conceptuosa nota que transcribimos: La confitería y pasteleria Vidal con su anexo de bar constituye una de las notas salientes del comercio local. Edificio moderno, instalaciones nuevas, artísticas y cómodas, buen gusto y servicio de primer orden, son factores que constituyen a hacer de la casa de referencia, un punto de reunión agradable y ameno, donde se concurre tanto a proveer de las mil y una golosinas que satisfacen al paladar, como también de buscar un momento de recreo y descanso.

Y no es solo lo que se refiere a la presentación donde encontramos motivos de elogios; la confiteria Vidal ha adquirido una serie de elementos exigidos por la técnica de nuestros días, para aumentar las comodidades del público y satisfacer más prontamente sus gustos. Posee una Frigidaire para el servicio del bar lo cual asegura la conservación de los fiambres, la perfección de los helados y en general la frescura de los diversos refrescos y bebidas de la epoca estival.

La soda que se sirve en la casa, es fabricada en la misma, ventaja evidente por cuanto es una garantía de higiene y de esmero en la preparación. Agreguese a esto la fabricación de masas y caramelos, y la de dulces de frutas y leche envasados en tarros de vidrio y se constatará la importancia del comercio que nos ocupa.
Poco después inauguró un salón anexo al que por sus caracteristicas arquitectónicas se lo denominó Salón Morisco, el que fue destinado para reuniones y servicios para actos sociales. Se lo usó también como salón de té para familias, éste acentuó la elegancia de sus importantes instalaciones.

Esta casa pasó luego a manos de Juan B. Marcone (hijo político de Vidal) y posteriormente a la firma Mirazón.

Bibliografía: "Calle de la Nación", por G. Santiago Chervo - 1996

* Fotografía: Esquina sur de las calles Italia y De la Nación - 1920

1 comentario:

  1. Es una leyenda! Siempre he querido ir allí. Eso es simplemente no funciona. Mientras que se compra a nosotros en la confitería Félix.

    ResponderEliminar